Existencialismo influencer.

¿Ser o no ser influencer? 

¿Ser...qué es ser? 

Somos de las especies que pasamos la vida buscando ser...ser algo que no sabemos ni siquiera qué es. Tener que ser alguien en la vida. ¿Qué es ser alguien?, ¿Dónde conozco a ese alguien?, ¿Alguien conoce a alguien? Ser alguien es al mismo tiempo ser nadie, porque alguien no existe, es solo de idea abstracta de una persona que no es nada en realidad. Buscamos ser alguien buscando ser nada. "Ser alguien en la vida" entonces es buscar ser nada y todo a la vez. Ser alguien será entonces tener cosas, tenerlo todo y cuando llegues a tenerlo todo serás alguien. Pero tener te ocupa y te carga de cosas que no necesitas para solo ser, ser tú mismo y que nada te pese y que nada te cargue. 

¿Empezamos filosóficas eh? jajaja La filosofía, el arte de cuestionarlo todo, el arte de las preguntas eternas, el arte de la vida, porque al final nos pasamos la vida haciéndonos preguntas todo el tiempo, buscando respuestas, cuestionándolo todo. ¿Por qué la vida es así? ¿Porque soy así? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Deberían tener los colegios "filosofía para niños", quienes por naturaleza se preguntan todo porque recién están aprendiendo a adaptarse a la vida; y al final, de adulto, te das cuenta que nunca terminas de adaptarte del todo, y es ahí, cuando dejas de preguntarte porque sabes que no hay respuesta, ya solo te acostumbras al silencio de la respuesta y a continuar con lo que te dijeron que debes hacer para vivir. ¿Preguntarte siempre estaría mal? No lo creo; ¿preguntarte nunca estaría bien? Tampoco lo creo. ¿Qué resuelve una pregunta contestada? solo te da una certeza momentánea, porque podrías volver a preguntar sobre la respuesta y entrar en un loop eterno, como lo es la vida, que va repitiéndose eternamente hasta que al final entendamos que ser alguien es ser nada y si somos nada lo somos todo. Por eso, enseñar a preguntarnos desde pequeños podría darnos herramientas para nunca dejar de preguntarnos, nunca dar la vida por sentada, nunca conformarnos con ser lo que esperan que seamos, nisiquiera conformarnos con lo que ya creemos que somos.

Dejando la filosofía de lado, estamos siendo todo el tiempo algo. Somos madre, somos hermana, somos amiga, somos amante, somos amor, somos sentimientos, somos emoción, somos miedos, somos ansiedades, somos solo carne y huesos, somos solo nuestra mente con un circuito neuronal que busca aprender todo el tiempo pero que se acomoda fácilmente con lo que ya conoce. 

No podemos ser influecers porque eso no permite ser, eso es solo una apariencia de querer parecer a alguien o a algo que ese alguien dice que debes hacer o ser. La sociedad que nos pone a todos como borreguitos siguiendo, todos juntos, apretados, oliendo el culo de otro borreguito, sin poder mirar todo el prado que hay alrededor. Paramos mirándonos entre nosotros con mirada cuestionadora, empatía juzgadora. Vamos avanzando con la corriente de los demás. Esa frase mal hecha de "tu envidia es mi progreso" por favor, la vida es tan compleja como para hacernos de un motor ajeno. El motor que nos enciende siempre debería ser el de uno mismo. Los borreguitos de al lado solo debieran acompañarnos para soportarnos cuando nos veamos cansados, con ganas de expresarnos o de darnos una pausa y aprovechar lo acolchonadito de su culito para tomar una siesta.

Entonces, volviendo al tema, podemos solo ser y dejar de aparentar lo que el "mundo" espera que seamos. ¿Qué difícil no? Siempre se espera que seas "algo" conocido, algo que puedas contrastar, comparar con otra cosa que ya existe. Entonces si eres algo único, algo que todavía no existe, entonces eres "raro", no estás bien, estás loco, eres imposible, no eres real porque no hay con quien comparar eso que eres. Al final, terminamos siendo algo conocido, algo que pueda calmar ansiedades sociales, algo que no siempre agrada a uno mismo pero que tranquiliza porque puedes sentirte igual que otros, porque puedes pertenecer a un todo de borreguitos con culitos acolchonaditos.

Díganme adolescente, díganme que soy una niña que recién cae en cuenta lo que es ser un adulto, lo voy descubriendo con las emociones de un adolescente y la curiosidad de un niño. Sabiendo que ser adulto es solo ser responsable, es solo saber que hay consecuencias y que solo tienes que asumir lo que quieres ser. Asumirse en lo que eres, con responsabilidad pero sin dejar que esa responsabilidad se vuelva una carga, sino un goce de sentir que vas aprendiendo siempre, que la vida te va abriendo las puertas de nuevos caminos, de nuevos placeres, de nuevas emociones solo porque te permitiste ser cambio constante. Por eso no hay que pedirle a los niños que sean responsables, porque estamos quitándole su esencia de ser solo niños, le estamos pidiendo que sean, a la vez, un poco adultos. No podemos pedirle al adolescente que deje sus emociones de lado y que sea responsable porque primero debe sentirlo todo con mucha intensidad para luego hacerse cargo de lo que siente. No puedes hacerte cargo de algo que no conoces, que no has vivido. Ser adulto puede ser una estafa de la vida, pero si ya hemos vivido con curiosidad y sintiéndolo todo porqué debemos olvidarlo?, porqué debiéramos dejar de lado eso que ya vivimos. Ser responsable no excluye a la curiosidad ni a las emociones. Podemos ser niños, adolescentes y adultos a la vez.

No quiero ser influencer, no quiero que nadie se parezca a mí. No quiero que alguien me diga que no pertenezco a este mundo, porque sí pertenezco, pero a mi manera, en mis nuevas formas de entender lo que soy y que busco ser, que aún no sé y siento que es un eterno descubrir, porque puedes ser tantas cosas como estrellas en la galaxia. Puedes serlo todo. No quiero nunca dejar de buscar y encontrar nuevas formas ser. Lo quiero ser todo, quiero ser mar, quiero ser aire, quiero ser fuego y quiero ser tierra. Quiero serlo todo y nada.

Te regalo esta canción. Todo cambia - Mercedes Sosa

#NQSI


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sin tiempos

Sexo casual con terapia