No quiero ser Influencer

Nos reencontramos cuando todos en sus casas se refugiaron.  Nos reencontramos para curarnos.  Hablamos como siempre pero esta vez sin miedos.  Hablamos como nunca y comenzamos a jugar sin dudas.  Comenzamos a distancia. Comenzamos volando en mi casa.  Un día huiste porque viste la ola venir. Otro día estábamos preparando nuestra boda sin vestir.  Ya no escribes para tomar un vinito. Ya no eres el mismo que cuando lo hicimos.  Quiero pensar que estas tan confundido como yo. Quiero pensar que el sentimiento no se esfumó.  Nos prometimos seguir con la amistad. Nos prometimos que nada de esto nos iba a cambiar. Mi proceso no me permite acercarme. Tu proceso te pide alejarme.  Merezco un amor fluido, un amor que esté a la altura de mi entrega.  Merezco lo mejor de ti sin compartir.  Ha pasado tanto tiempo para que lo nuestro suceda que tengo miedo que pase más tiempo y que todo desaparezca.  Solo quisiera que sigamos fluyendo con esto que dejamos en manos del tiempo. Solo quisiera volver a

Para mí, el mar es silencio, caminar es silencio, me gusta estar en silencio, pero mi mente no lo está siempre. Solía estar todo el tiempo escuchándome, cavilando, tratando de entender lo que mis pensamientos decían, pero todo lo que había era una bulla ensordecedora, que me confundía, que obligaba a tomar acción para que se calle. La condición era esa, “hazlo y me callo”. Y lo hacía.  Callar como inacción de decir. Callar por no saber qué decir. Callar para que el silencio hable.  Hablar para no callar más y que todos esos pensamientos salgan. Hablar para liberarte y que esos silencios no te maten. Hablar para escucharte y darte cuenta que callarte nunca estuvo bien. Volvimos hablar, segundas partes entre suicidas, y ahora que ya lo sabes todo volvimos a ser silencios. Silencios que matan.  Silencios que alteran. Silencios que aman. Silencios que calman. Silencios con ganas de ser palabras. Pueden los silencios decirnos tanto que, a veces, ya no los queremos escuchar porque duelen, p